Sexópolis

Sexualidades y producción del común

El Colectivo Towanda, con la participación de Nociones Comunes, presenta el programa del “Curso de Autoformación Política, Sexópolis: Construcción de lo común, diversidad sexual y confluencia de activismos”. 

Las Jornadas Abiertas/Curso de Autoformación Política constarán de un total de cuatro sesiones y tres talleres. En lo que respecta a las sesiones, cada una de las cuatro es, por decirlo de algún modo, doble. Cada sesión se desarrollará, primero, como exposición pública abierta en la cual tres ponentes expondrán sus diferentes perspectivas acerca de un tema concreto. Concluida esta exposición-conferencia, ponentes y asistentes desarrollarán una sesión de seminario de trabajo y debate acerca del tema tratado.

INCRIPCIÓN

En caso de gran afluencia la participación en esta segunda parte se limitará a las inscripciones previas.

  • Fechas: 14, 15 y 16 de marzo de 2013.
  • Perfil asistentes: activistas de todo tipo de entidades, colectivos por la diversidad sexual, feministas y de otros movimientos sociales, así como profesionales y estudiantes de filosofía, psicología, antropología, humanidades, etc. • Nº de alumnado para los seminarios de trabajo según aforo.

Objetivos

 

 El curso tiene como objetivo principal abrir la reflexión en torno a las políticas sexuales en el marco del actual capitalismo.

Y esto a partir de cinco estrategias que resultan fundamentales:

  1. Abrir un proceso de reevaluación de las políticas de liberación sexual y de los colectivos LGTBQI et al. (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Queer, Intersexuales, etc.) en el nuevo contexto que se dibuja tras el logro en el Estado español, sin duda precario, del paquete de derechos asociados a la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, tras la irrupción y estabilización de las críticas a las posiciones identitarias acometidas por las prácticas queer y los estudios postcoloniales, tras el auge y confluencia de los movimientos lésbico y trans en el proyecto transfeminista.
  2. Abrir un proceso de reflexión a partir de la mutación que inevitablemente ha introducido eso que se ha dado en llamar según diversos nombres, como15M, como 99%, etc. Dado el carácter masivo, incluso nos atreveríamos a decir mayoritario, de estos nuevos movimientos, parece pertinente reconsiderar el estatuto de movimientos que, como el de liberación sexual o el LGTBQI, habían venido siendo definidos como minoritarios.
  3. Introducir en la agenda de los movimientos sociales que trabajan en torno a la producción de los comunes la cuestión de la sexualidad. Si la actual coyuntura económico-política ha puesto en primer plano la problemática de la privatización de lo público, la lucha por los comunes contesta el dominio de la propiedad privada, pero también se oponen a la dominación de la propiedad pública y al control del Estado. La privatización de los cuerpos, de los cuerpos y de los órganos, y, en definitiva, de la sexualidad, creemos, ha de conectarse con estas luchas que tratan de saltar sobre la dicotomía público/privado.
  4. Ampliar el debate en torno a la defensa del welfare (bienestar). La apropiación capitalista de la producción social, la insistencia sobre la necesidad de la mal llamada austeridad, los recortes del welfare y de los derechos, no son, en definitiva, más que políticas de desposesión y depredación social. Ahora bien, frente a un welfare pensado en términos de cobertura de unas necesidades que no serían sino carencias a subsanar, se trata de desarrollar una línea que haga hincapié en la potencia afirmativa de las poblaciones, en sus capacidades productivas, y reconozca el bienestar en su sentido positivo, como producción y distribución de placer.
  5. Instituir lazos entre entidades sociales y personas diversas, situadas tanto en el terreno de la cultura como en el de la política, pertenecientes tanto al ámbito institucional como al de los colectivos o centros sociales. Las propuestas teóricas y políticas no pueden fraguar sin la construcción simultánea de un marco social renovado que pueda hacerlas suyas, ni sin las redes a través de las cuales dichas propuestas puedan circular. Establecer nuevas formas de alianza entre instituciones y movimientos debiera, por un lado, permitir a las propuestas incidir más profundamente el campo de lo social, y por otro, permitir la posterior consolidación de unas relaciones que resulten fructíferas para todas las partes implicadas.     
  6. Para más información diríjanse a: arainfo.org/2013/03/aun-no-sabe…o-que-es-sexopolis/

 

 

  • Sesión 1

    Sexualidades y producción del común

    Domingo, 17. Febrero 2013 

    Introducen: Pablo Lópiz Cantó y Raúl Sánchez Cedillo.

  • En la actualidad la cuestión del común ha llegado a convertirse en un tópico frecuente dentro los debates de los movimientos sociales. Pensar las luchas más allá del binomio público/privado les ha permitido abrirse a una perspectiva no propietarista capaz de romper con algunas de las líneas vertebrales que venían dominando el pensamiento occidental moderno y comenzar a proyectar estrategias de coalición mediante las que intensificar las resistencias a las lógicas de apropiación capitalista. Sin embargo, desde el momento en que la identidad aparece como propia, es decir, como la propiedad primera y fundamental, inalienable dirá la teoría liberal, de los individuos, los movimientos de minorías que habían desplegado sus luchas a partir de la exigencia de reconocimiento y la defensa de sus identidades subalternizadas se encuentran ante retos nuevos en torno a los cuales es necesario reflexionar. Una cosa, al menos, parece cierta: si la producción de lo común consiste, ante todo, en la auto-producción de un nuevo sujeto social, esto es de la multitud antagonista, esta producción no puede pasar por el borrado ni desactivación de las minorías, sino que, al contrario, debe pasar, necesariamente, por la articulación e, incluso, intensificación, de los procesos de singularización.

  • Cómo acometer la producción de lo común entendiendo que ésta supone la apertura de un campo de batalla renovado, pero también cierta continuidad con los movimientos  de minorías, parece ser uno de los retos en el actual ciclo de luchas abierto por el 15M. El Colectivo por la diversidad afectivo-sexual, Towanda, junto a otras organizaciones, planteó en marzo de 2013 unas jornadas para investigar y profundizar en torno a esta problemática. Sexópolis trataba de  abordar la difícil tarea de estudiar las relaciones entre diversidad sexual, confluencia de activismos y construcción de lo común, con el objetivo de reforzar las luchas y esbozar posibles estrategias para la articulación de las potencias insurgentes.

  • Sesión 2

    Identificación sexual y privatización del cuerpo.

    Viernes, 15. Marzo 2013 

    Introducen: Mónica Cano, de Raúl Royo (@xambre_) y Elena Pilcher (@EhhPilcher), y de David Berná

  • Durante las últimas décadas la funcionalidad política de las reivindicaciones identitarias ha sido ampliamente problematizada desde la práctica de los movimientos sociales y en la teoría crítica desplegada desde dichos movimientos. El último ciclo de luchas que en el Estado Español se abrió a raíz de la multitudinaria toma de las plazas hizo más incisiva si cabe dicha problematización. Hasta ese momento había sido fundamentalmente gracias a las luchas tanto feministas como de minorías sexuales en su proyecto de emancipación respecto de la heterosexualidad obligatoria que la crítica de los sujetos monolíticos y las identidades definitivas se había hecho claramente explícita. El conjunto de análisis que, quizá de modo algo reduccionista, acostumbramos a denominar teoría queer, heredero de las apuestas teóricas postestructuralistas pero, sobre todo, de las anticoloniales, conforma todo un arsenal conceptual que permite enfocar la problemática de las identidades desde perspectivas que pueden resultar fructíferas en el contexto de los actuales conflictos.   

    La segunda sesión de las jornadas de auto-formación política Sexópolis, que, en marzo de 2013, junto a otras instituciones, organizase el Colectivo por la diversidad afectivo-sexual de Aragón, Towanda, estuvo dedicada a una profundización en las vías abiertas por los análisis críticos queer. Las intervenciones que en ella tuvieron lugar componen algo así como una cadena de desguace de muchos de los presupuestos teóricos, históricos y sentimentales a partir de los cuales aún hoy se erigen las formas hegemónicas de hacer política, incluso aquellas que se pretenden antagonistas. La pertinencia de organizar las luchas en torno a la categoría sujeto, la más que dudosa supervivencia de un estilo de vida heteronormal o el más que probable carácter mercantil de lo que somos, de este nuestro existir en los márgenes; fueron sólo algunos de los temas que se abordaron durante la sesión.

    Los audios que a continuación se pueden escuchar y descargar, como se ya se ha apuntado, corresponden a la segunda sesión de Sexópolis, titulada Identidades sexuales y privatización del cuerpo. Las intervenciones corrieron a cargo de 

  • Sesión 3

    Interseccionalidad: Sexualidades y movimientos sociales.

    Domingo, 17. Febrero 2013 

    Introducen: Marta Cruels (@Laimar), Laura BugalhoVíctor José Moreno  y Kurro Camacho..

  • La noción de interseccionalidad que se generase a raíz de las prácticas militantes del feminismo del Tercer Mundo estadounidense de las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo XX ha ido siendo progresivamente integrada en los desarrollos analíticos académicos, especialmente en el área de la sociología, a lo largo de la última década. La noción, que pone el acento en la simultaneidad de una pluralidad de vectores de opresión interconectados como son la raza, el sexo, la clase o la sexualidad, corre el riesgo de llegar a convertirse en un mantra vacío de toda efectividad política o, incluso, con efectos perversos. Las lecturas simplificadoras que entienden la multiplicidad de formas de opresión de manera acumulativa, según el modelo de las dobles o triples opresiones, por ejemplo, resultan, en este sentido, ambivalentes, por cuanto, si bien tienen la capacidad de poner de relieve las diferentes experiencias de la subalternidad, sin embargo, se deslizan hacia la creación de una jerarquía de oprimidos que impide las alianzas y bloquea las transformaciones posibles. Pero también lecturas más sutiles corren el riesgo de funcionar a favor de la catástrofe. Dos vías, al menos, en este sentido pueden ser detectadas: 1. Aquellas lecturas que, a pesar de ser rigurosas en los despliegues analíticos, acaban concluyendo que todas/os somos igualmente constituidas de manera interseccional, borrando con ello la conciencia de las diferencias que nos singularizan; y 2. Las lecturas que, igualmente rigurosas, concluyen, al contrario, en la hipóstasis de las diferencias constituidas, oscilando a partir de ahí bien hacia un multiculturalismo de la diversidad y la tolerancia, bien hacia la defensa de identidades cerradas sobre sí mismas. En todo caso, la funcionalidad política que inicialmente poseyera la noción queda desactivada. En el contexto de los movimientos feministas del Tercer Mundo en Estados Unidos, parece tener la clara función de detectar las diferencias para, a partir de ellas, encontrar los modos posibles de articulación para construir polos de antagonismo o, como diría Chela Sandoval, ampliar la conciencia oposicional.       

    La última sesión de las jornadas de auto-formación política Sexópolis, que, en marzo de 2013, junto a otras instituciones, organizase el Colectivo por la diversidad afectivo-sexual de Aragón, Towanda, estuvo dedicada al desarrollo concreto de las siempre problemáticas, pero no por ello menos necesarias, formas de articulación de las luchas en un contexto de opresiones interseccionales. Tras una introducción que fijó el marco de inteligibilidad, las intervenciones que siguieron ofrecen la narración de qué significa desarrollar el antagonismo cuando quienes construyen las luchas y los relatos se encuentran bajo vectores de dominación múltiples y cruzados. Aquí múltiples fronteras se saltan o resquebrajan, la frontera entre el relato autobiográfico y la teoría pura antes que ninguna otra, dándose lugar a la emergencia de teorías posicionadas, a palabras encarnadas, que brotan desde el lugar en que se respira, en ese espacio constitutivo que dibujan las plurales líneas de opresión y desde el que se resiste. Las intervenciones son, en ese sentido, ejemplos mayores de eso que Donna Haraway ha denominado saberes situados: discursos, en definitiva, que no sólo se presentan como aquellos saberes sometidos o contra-saberes de que hablase Foucault, sino también, en la medida misma en que son capaces de articularse con otros saberes menores, comosaberes oposicionales

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